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Un poco de historia y vivencias personales de mis aventuras alrededor del mundo :)

AMBERES

Visitamos Amberes (o Antwerp) el 15 de marzo, regresando sobre nuestros pasos desde Luxemburgo (ya en dirección a Ámsterdam, donde tomaríamos el avión de vuelta). Tardamos poco más de tres horas en llegar utilizando el tren, y fuimos muy bien recibidos por su imponente estación a modo de catedral ferroviaria, blanco de muchas fotos turísticas y que data de los comienzos del siglo XX. Esta ciudad belga más parece parte de los Países Bajos, por la estructura de sus calles y por el idioma que hablan sus gentes.

Amberes es una célebre ciudad portuaria con un casco antiguo que puede verse en un día. Atravesando la calle Meir (arteria de las compras) destacan la casa donde vivió el célebre pintor Reubens (estaba en obras cuando fuimos nosotros), la Groenplaats o plaza verde, en la que podemos disfrutar de la escultura de Reubens y de las vistas al fondo de la catedral, el Grote Markt (plaza mayor) con su ayuntamiento renacentista y la fuente de Silvio Bravo y el gigante Antigoon, el castillo medieval Steen, una antigua fortaleza que e la actualidad sirve como servicio turístico de la ciudad, la catedral de Notre Dame, que alberga pinturas de Reubens. Por cierto, que la fuente de Silvio Bravo guarda relación con la historia del nombre de la ciudad: el gigante Antigoon exigía un pago por cruzar el río Escalda, algo con lo que Silvio no estaba de acuerdo, así que se enfrentó a él y la cortó una mano que lanzó al río, y eso dio nombre a la ciudad (Antwerp significa “lanzar la mano” en flamenco). No sé a vosotros, pero a mí me parece que “Amberes” suena más bonito.

Otro punto que me gustó mucho de la ciudad fue el Plantetuin, un pequeño y tranquilo jardín botánico de entrada gratuita que está al lado del hotel Santuario Botánico, y la iglesia de San Jorge, en Mechelsplein, que posee un relicario de San Roque y una estatua de San Jorge a caballo, además de una vidriera donde se le ve enfrentándose a un dragón. Cuando llegamos estaban a punto de cerrar: los horarios del norte de Europa continúan estresándome.

De regreso a nuestro hotel (que estaba junto a la estación central) nos acercamos a The View, la impresionante y colorida noria local y al barrio chino, que cuenta con una puerta de entrada y un nutrido grupo de restaurantes asiáticos.

Amberes es una ciudad con un poco de todo que merece la pena visitar si se está de paso.

Estación de trenes de Amberes
Estación con «The View» al costado
Centro de la ciudad
Estatua curiosa parte del Jardín Botánico
Grote Markt y estatua de Silvio Bravo
Castillo Seen

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Esta entrada fue publicada en abril 2, AM por en Belgica y etiquetada con , , .