RONDA

Me acerqué hasta Ronda el 26 de Abril de 2014, ya con un solecito que se hacía notar. La ciudad soñada me estaba aguardando desde hacía tiempo, pero el destino no había conspirado en nuestro favor hasta entonces para que nos encontráramos. Bendito sea el encuentro, porque no me arrepiento. 🙂

Ronda es una ciudad de Málaga, y la capital de la comarca de la Serranía de Ronda. Con una población de 37 mil habitantes, la Arunda romana se construyó a partir de los asentamientos ibéricos que la habían precedido. Tras los romanos llegaron visigodos y musulmanes, reafirmando estos últimos su identidad urbana. La óptima calidad de sus tierras para fines agrarios concedieron importancia histórica a esta localidad, que se asienta sobre una meseta cortada por un profundo tajo excavado en el río Guadalevín, desde el que se divisan los edificios de su centro histórico y conforman una encantadora vista gracias a la cual Ronda se ha situado como un centro turístico a tener en cuenta.

Ronda tiene un área de compras bastante competente (que incluye heladerías, tiendas de ropa y de souvenirs y bastantes cosas más) que hay que atravesar para llegar a la zona turística. Algo que se ve nada más llegar es la plaza de toros, que es una de las más antiguas de España (1785), y aunque su exterior es discreto, por dentro es preciosa. Posee dos plantas y 136 columnas de estilo neoclásico. Cerca se encuentra el Paseo de Blas Infante, un lugar ideal para descansar bajo las copas de los árboles y sentarse a comerse el «bocata». Este paseo se encuentra entre la Alameda del Tajo y la parte trasera del Parador de Turismo. Lo más espectacular son sus miradores, y para los amantes de Japón (que se encontrarán con varias sorpresas) allí podrán visitar la tumba del poeta japonés Miki Haruta, del que se dice que cuando conoció Ronda ya no quiso marcharse. En el mismo parque se encuentra el malsonante Balcón del Coño, principal responsable de las vistas de la zona. Su nombre le viene de que todo aquel que se asoma al balcón y ve el paisaje, exclama: «¡coño!»
A menos de medio kilómetro nos topamos con el Puente Nuevo, el indiscutible emblema de la ciudad. Iniciado en 1751, su construcción se demoró 42 años y se cobró la vida de cincuenta trabajadores. El Puente Nuevo es el más reciente de los tres que transportan las aguas del Guadalevín y que dividen la ciudad. La edificación posee una cámara bajo el arco central que se usaba para varios propósitos, entre ellos como prisión. En la misma zona está el Paseo de Kazunori Yamauchi, el diseñador de videojuegos que dio vida a la saga de Gran Turismo. Algunos de los escenarios de las carreras de coches tienen como fondo la ciudad de Ronda, y por eso él tiene un nombre en la ciudad. Desde el puente me dirigí hasta el Museo Lara, integrado en la Casa Palacio de los Condes de las Conquistas, y magnífico ejemplo de la arquitectura palaciega rondeña del S. XVIII. El museo incluye exposiciones de Ciencia e Historia, instrumentos científicos, sala de armas, sala arqueológica, exposición de la Inquisición y muchas otras piezas del pasado reciente. No lejos de allí se encuentra la Casa del Gigante, cuyo nombre proviene de dos relieves de piedra fenicios que decoraban antiguamente las esquinas del edificio, de los cuales solo se conserva uno. La Casa del Gigante es una residencia de entre los siglos XIV y XV que es considerada un palacio en miniatura, y uno de los mejor conservados de la arquitectura nazarí.
Después de eso llegué hasta la Plaza Duquesa de Parcent, en el corazón de la Ronda histórica. Suele ser un lugar tranquilo porque la mayoría de los turistas se congregan en la zona del Puente Nuevo, y se compone de varios edificios como son la Real Colegiata, el Santuario de María Auxiliadora, el Convento de los Ángeles (antigua cárcel musulmana) y el ayuntamiento. La Iglesia de Santa María la Mayor se construyó por orden de los Reyes Católicos donde antaño estuvo la mezquita principal, de la que la única reminiscencia que queda es el arco que conducía al mirhab. Es de estilo gótico, aunque el altar mayor y las naves son renacentistas.

El ayuntamiento de Ronda data de 1743 y posee tres plantas de estilo neoclásico. Por uno de los laterales de la Plaza Duquesa de Parcent se accede al viejo barrio árabe, repleto de palacetes y jardines entre los cuales destaca el Palacio de Mondragón o Palacio del Marqués de Villasierra, que alberga en su interior el Museo Municipal de Ronda. Este museo arqueológico incluye exhibiciones de Historia, entorno natural y Etnografía. El Museo del Bandolero está justo frente a la Plaza Duquesa de Parcent y aporta información al pasado histórico de Ronda, cuando en sus sierras se escondían los bandoleros. Incluye una exposición de armas y es interesante sobre todo para los turistas.

Otras iglesias de Ronda son por ejemplo la del Espíritu Santo, que también fue mandada a construir por orden de los Reyes Católicos a partir de 1486, tras la conquista de la ciudad. Su estilo es gótico-renacentista y por fuera parece más que un castillo que una iglesia, algo que cambia al adentrarse en su interior. La Iglesia del Socorro se asienta en la plaza homónima, y fue destruida durante la Guerra Civil y reconstruida en la década de los 60. Además, es una de las pocas iglesias de Ronda que continúa abierta fuera del horario de misa.
Entre las reminiscencias árabes que quedan en Ronda encontramos los antiguos baños árabes, considerados como el recinto termal mejor conservado de España. Estos baños se remontan a los siglos XIII y XIV, y están basados en el modelo romano de tres salas (fría, templada y caliente). Los baños se asientan en el Barrio de San Miguel, lo que antaño fuera el barrio árabe. La Puerta de Almocabar es otra herencia árabe, y sus orígenes están relacionados con la necesidad de proteger el punto más bajo de la medina musulmana. Así, esta puerta construida en el S. XIII (aunque la actual está totalmente restaurada) se halla en la parte más tranquila de Ronda, alejada por completo del bullicio turístico.

Y ésta fue mi visita a la hermosa Ronda, merecedora definitivamente del sobrenombre «ciudad soñada». Me encantaría volver para visitar los Jardines de Cuenca o el Museo del Vino (una bodega reconvertida en museo que tiene la friolera de dos mil años de antigüedad). Todo se andará. 🙂

Nota: regresé a Ronda el 17 de Abril de 2016, aunque nos centramos más en Setenil de la Bodega. Pero esto quedará para otra entrada 😉