SWINDON

Visité Swindon durante los últimos días que pasamos en Kidlington, el 21 de abril de 2019. Era una visita que tenía pendiente desde hacía mucho tiempo, ya que había oído mucho hablar de esta gran ciudad. Por desgracia, he de decir que me decepcionó ligeramente.

Visitar Swindon desde Oxford puede hacerse cómodamente en autobús en un viaje de algo más de una hora, pasando por otros puntos de interés como Faringdon y Shrivenham. Ese 21 de abril era Domingo de Pascua, y a consecuencia de una nueva ley de comercio la mayoría de las tiendas permanecieron cerradas, dando la impresión de ser una ciudad fantasma. Tampoco ayudó mucho la ola de calor que se estaba cebando con aquella parte del país por aquellos días.

Swindon tiene una población de 180 mil personas y es el depositorio oficial de los libros de la famosa Biblioteca Bodleian de Oxford, y también posee una planta de fabricación de coches de la marca Honda.

Los orígenes de la ciudad se remontan a un asentamiento Anglosajón sobre una colina de caliza. El nombre antiguo es Suindune, que presumiblemente deriva de los vocablos del inglés antiguo “swine” y “dun” o sea, “colina de los cerdos”. Swindon fue un pequeño pueblo de mercado para el trueque hasta 1848, el cual todavía existe en la actualidad en el centro de la ciudad, y se le conoce como el casco antiguo. La Revolución Industrial aceleró el crecimiento de Swindon, que comenzó con la construcción del canal de Wilts y Berks en 1810 y el de North Wilts en 1819, que fomentaron el comercio en la zona y el consiguiente aumento de la población.

El monumento más representativo de la ciudad es el antiguo ayuntamiento, el cual data de mitad del siglo diecinueve y en la actualidad es usado como teatro de danza.

Swindon cuenta con muchas tiendas y con un amplio centro, pero aparte de eso no posee ningún monumento o atracción especialmente interesante.